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El año pasado descubrí la manicura permanente, y para mí es un inventazo. Sobre todo porque yo no soy la mejor con el pulso y siempre me salgo, menos mal que ahora existe otro gran invento como son los correctores en pincel, super precisos y de los que os hablaré en otro post, porque a mi me salvan la vida! 😉
Pero es que además, lo que más me crispa de las manicuras caseras es que a los dos días el esmalte está levantado. No se vosotras, pero yo prefiero llevarlas sin pintar a que vayan a parches y parezcan cualquier cosa, porque sí chicas, las manos son una importante carta de presentación que muchas veces descuidamos.
Sí que es cierto que con ayuda de top coats y bases, y por supuesto algún esmalte más duradero, que no sean los típicos de 1 euro, puedo conseguir hasta que me aguanten intactas 4 días. Pero claro, si me dicen que puedo tener una manicura que me dure hasta tres semanas sin moverse pues yo tenía que probarlo 😉
Fui a Nails Factory, es una franquicia muy famosa repartida por media España, que por 10 euros te realiza una manicura permanente. He ido cuatro veces y las cuatro me he sentido un poco como «ganado». Mujeres que no paran de entrar y salir, todas sentadas en unos mostradores, que al menos en el caso de Zaragoza, los locales son espacios bastante reducidos. Pero bueno eso al fin y al cabo son percepciones pero tras esas cuatro ocasiones lo que más me disgustó fue el estado en el que quedaron mis uñas.
Os puedo garantizar que yo tengo unas uñas muy fuertes y nada finas, no se me parten con cualquier golpe pero claro cada tres semanas yo acudía allí para cambiarme el esmaltado y te sumergen las uñas en cuencos con acetona para que se deshaga el esmalte y poderlo retirar. Pues bien, esa acción repetida en el tiempo me dejó las uñas destrozadas. Se partían o doblaban con facilidad, se veían débiles y muy quebradizas, así que dejé de ir.
Una de las mejores manicuras permanentes de Zaragoza
Con el tiempo y hablando con alguna amiga esteticista me decía que lo que le había pasado a mis uñas era normal, porque la inmersión en acetona es un proceso muy agresivo. Y me comentó que no en todos los centros de estética se realizaba la manicura permanente de esa manera.
Cuando fui a Ana Manao a hacerme la limpieza facial con ultrasonidos vi que también realizaban manicuras, les comenté mi caso y me explicaron que ellos no sumergían las uñas en acetona, por lo que decidí probar esa manicura permanente, más respetuosa, que ahora os voy a detallar paso a paso, porque ya os aseguro que la diferencia es importante.
Paso a paso de una manicura permanente en un centro de estética
Limado de las uñas
Este paso es igual en ambos casos, porque es el momento en el que se le da forma a la uña. La clienta es la que decidirá la forma de la uña dependiendo de sus gustos. O si no sabe cómo limarla siempre podrá dejarse aconsejar por los expertos.
Aquí también hay que indicar la largura que se quiere, en mi caso siempre las pido bastante al ras del dedo porque me crecen mucho y como el esmaltado permanente me aguanta hasta 3 semanas se me quedarían demasiado largas para trabajar con teclados y ordenadores.
Retirar cutícula
En este paso ya empecé a notar la diferencia. Porque, a parte de que Carmen es una profesional de 10 y en ningún momento me hizo daño, en la franquicia cortaban las cutículas directamente y siempre salí de allí con alguna herida en el contorno de la uña.
Aquí Carmen solo me retiraba hacia atrás la cutícula con el empujador metálico para luego continuar con el siguiente paso.
Torno
Este fue uno de los momentos más placenteros, no sabéis el gustito que da el torno. Con él se eliminan todas las pieles que se hayan podido levantar durante el proceso anterior. La verdad que con este paso la uña ya queda casi definida.
Como veis en la foto es un torno muy finito por lo que es muy preciso y ataca simplemente a la zona de la cutícula sin dañar el resto de la uña.
Cortar pieles
Si alguna piel no se ha terminado de eliminar con el empujador y el torno, Carmen utilizaba el alicate para cortarlas cuidadosamente, solo quitaba esas pieles sobrantes, no la cutícula.
Porque, de verdad, si tengo que destacar algo es la precisión y el cuidado con el que tratan las manos las chicas de Ana Manao. Una manicura hecha con tiempo y sin ninguna prisa, algo que se agradece.
Pulir
En este paso también noté diferencia. La lima que usan es más suave y por lo tanto daña menos la uña. Allí me dijeron que usan esta lima acolchada suave para no rebajarle grosor ya que eso tampoco es bueno para la uña.
Con el pulido lo que se consigue es unificar la superficie para que asiente mucho mejor el esmalte.
Limpieza
Con el líquido que podéis ver en la foto de arriba Carmen me limpió, una a una, cada uña para eliminar el polvo o posible residuo de cremas que podamos llevar en las uñas. Esto se hace así para dejarlas totalmente limpias y que de esa manera el esmalte se adhiera sin problemas, ya que si hubiera grasilla o suciedad en la superficie de la uña la manicura permanente podría saltarse.
Protocolo de esmaltado
Y aquí llega el momento crucial, el esmaltado. Primero se aplica una capa de base para proteger la uña.
Tanto en las manicuras permanentes profesionales, como en las manicuras permanentes caseras o en cualquiera que puedes realizarte en casa es importante utilizar una base antes del color porque a parte de proteger la uña vas a conseguir que el color no penetre en ella, ya que posee una superficie porosa.
Por eso, cuando nos pintamos las uñas sin esta primera capa base luego al quitar el color con la acetona se queda la uña coloreada y en muchas ocasiones tienen que pasar varios días para que el color se vaya del todo.
Durante el esmaltado utilizamos la lámpara, que podéis ver en las fotos, en la que se introducen los dedos durante 30 segundos y el esmalte sale completamente seco. Aquí también vi diferencia con Nails Factory ya que las lámparas de allí tardan más tiempo en secar.
Tras la capa base van las dos capas de color. Yo elegí el blanco porque este color me encanta para el verano, da mucha viveza a la mano y además resalta el tono aunque aún no te haya dado el sol.
Las capas no son muy gruesas y es importante insistir en el acabado de las puntas de las uñas ya que es la zona que más golpes se lleva y por donde comienzan a descascarillarse. Haciendo hincapié ahí logramos mayor resistencia del esmaltado.
Antes de la segunda capa hay que secar la primera introduciendo los dedos en la lámpara durante 30 segundo.
Y por último el brillo que va a dar luminosidad a la manicura permanente y además es una capa protectora a la vez. También se seca con otros 30 segundos de lámpara y ya por último se limpia uña a uña y se aplica una crema hidratante a toda la mano y un aceite especial hidratante para las cutículas.
Retirada de la manicura permanente
He querido esperar a hacerme la manicura una segunda vez para explicaros también como es su proceso de retirada. Para mí, este paso a paso marca la diferencia con lo que conocía hasta la fecha, y fue lo que me hizo que dejara de hacerme la manicura en sitios baratos.
Habían pasado 3 semanas desde que me hice la manicura y como podéis ver en la foto anterior ya me habían crecido mucho y se veía claramente un buen trozo de uña nueva.
Para eliminar el esmaltado permanente lo primero que hicieron fue limar la superficie de la uña para quitar un poco la capa protectora del esmalte y que la acetona penetre mejor en la pintura.
Una vez limadas me colocaron estos papelitos de aluminio, que veis en la foto, impregnados con acetona con los que me envolvieron todas las uñas. Seguidamente con una lámpara de calor metí las manos durante unos minutos para ablandar el esmalte y que se pueda quitar mejor.
Este proceso en Nails Factory consistía en sumergiendo las uñas en cuencos con acetona durante más de 15 minutos y fue claramente lo que me las destrozó. Si que noté un poco de quemazón pero nada que ver con el estado en el que quedaban las puntas de mis dedos en la franquicia de las manicuras.
Finalmente con una espátula van retirando poco a poco el esmalte que ha quedado en la superficie de la uña de una forma muy cuidadosa para dañarla lo menos posible. Y cuando ya están todas limpias comienza el proceso de esmaltado paso a paso como os he comentado anteriormente.
Mi opinión
Me encantó, se nota el mimo y el cuidado con el que trabajan. En el otro sitio estabas unos 20 minutos y aquí son hasta 45 minutos de verdadero relax, cero dolor, cero heridas y una manicura muy bien hecha.
El precio es de 21,90€ a diferencia de los 10-13€ que suele costar la franquicia, pero a mi me compensa. Sobre todo elegiría esta manicura porque su proceso de retirado no es tan agresivo con la uña por lo que evitas problemas de debilidad o de rotura. No es lo mismo aplicar acetona con unos algodones y durante unos minutos que una inmersión de uñas en cuencos de acetona durante más de 15 minutos como me pasó el año pasado. Otro punto a favor que le veo a estas manicuras más caras es que cuando te la quieres retirar puedes ir y te lo hacen gratis, no hay que pagar como si fueras hacerte otra manicura que es lo que sucede en Nails Factory.
Esta es una manicura más completa y más profesional en la que puedes elegir una amplia gama de colores y también dibujos o diseños pero sobre todo que respeta la uña y eso es lo verdaderamente importante.
¿Habéis probado este tipo de manicura permamente?
Otros de los tratamientos que me encantan de Ana Manao son su lifting de pestañas o su exfoliación corporal sensorial.
Precisamente por lo agresiva que es la manicura permanente yo prefiero seguir con la tradicional, que en las manos dura menos pero a mí en los pies me dura lo mismo que la permanente y es mucho menos agresiva.
Por cierto, lo barato sale caro…y además tu manicura como Dios manda no me parece nada cara.
Besos, ciao!
Yo no me la hago durante todo el año pero en verano me encanta porque estoy más en contacto con el agua y aún me dura menos la manicura normal. Pero sí, lo barato sale caro y yo con la que me hago ahora estoy encantada 😉
Hola: Trabajo en un centro comercial, por lo que tengo a mano una de las franquicias que comentas. Nunca había ido y me pareció genial por el precio. La verdad que la persona que me atendió hizo una manicura perfecta y estuvo casi 30 minutos comigo. Me duró 3 semanas, Yo estaba feliz ¡uñas perfectas durante todo ese tiempo! El problema surgió cuando volví pasado ese tiempo para renovar y cambiar el esmalte. Tengo unas uñas que se abren en capas con facicilidad, con lo que el paso de sumergirlas en acetona me las destrozó. Como estaban mal el esmaltado no llegó ni a una semana bien y decidí quitarmelo en casa. No pude pintarlas en casi 2 meses de lo mal que estaban. No he vuelto a ese sitio. Prefiero llevarlas sin pintar y cuando vaya ir a un establecimiento como el que tu nos muestras, que castigar mis uñas de esa manera. Estoy contigo. Salu2
Sí, se quedan fatal…yo ahora en cambio estoy muy contenta y puedo repetir sin problemas
Muchas gracias por tu opinión me gusta ver que no soy la única a la que le fue mal con Nails Factory